Las Desavenencias de la
Vida
¿Cómo podemos describir los conflictos que vivimos día con día?,
acaso, ¿existe alguna palabra que pueda englobar todo lo que sentimos cuando se
altera nuestra paz?
En vista de que, en muchas ocasiones de nuestra vida diaria,
nos sentimos alegres por estar pasando un momento que para nosotros es un
logro, sin embargo, no nos damos cuenta o más bien, nunca imaginamos que, al
mismo tiempo, para muchas otras familias, ese momento lleno de magia, no es más
que minutos de dolor.
Porque, como es de esperarse, cada quien es participe de un
mundo pequeño; cada quien pertenece a un universo tan minúsculo a los ojos de
la sociedad que muchas veces, no somos capaces de percibirlo hasta que no
vivimos una situación similar que nos haga pensar en el infierno que las demás personas
viven en sus mentes diariamente.
Puesto que, los desacuerdos que la vida nos coloca sobre
nuestro camino, en demasiadas ocasiones son vistos como reproches hacia aquel
que creemos que solo existe para imponernos circunstancias que a la larga nos
traen lecciones buenas o malas, según nuestro criterio.
Sin embargo, realmente, ¿Cómo podemos catalogar una lección
como buena o mala en un mundo lleno de pensamientos diferentes?
Honestamente, considero que, primero que nada, antes de
juzgar, debemos conocer el “porque” de la situación. Puesto que, en ocasiones
rogamos porque exista un sentimiento de unión en nuestra familia o mínimo, de
respeto hacia los integrantes. Es entonces, cuando debemos de reconocer el
valor que tienen nuestras palabras, y analizar el verdadero objetivo de la enseñanza
que se nos presenta.
Por ello, disfrutemos todo aquello que vivimos día con día, y
al igual que lo dijo el científico más importante del siglo XX, Albert Einstein,
“"hay dos formas de ver la vida: una es creer que no existen milagros, la
otra es creer que todo es un milagro".
Valoremos a aquellas personas que hoy siguen compartiendo los
alimentos con nosotros, y deseémosle el descanso eterno a aquellos que ya no están
presentes. Porque, es necesario reflexionar que, mientras nace una vida, se
pierde otra.
Vivamos cada minuto como si fuera el ultimo y apreciemos cada
uno de nuestros recuerdos como si de oro puro se tratasen, porque muchas veces,
esas pequeñas películas que se reproducen en nuestra mente, es lo único que nos
puede quedar de un ser querido que ya no está.
Feliz Año Nuevo
Comentarios
Publicar un comentario