AMAR ES EL CAMINO A LA SABIDURIA

El amor es la respuesta que todos buscamos en algún momento de nuestra vida, porque nos sentimos solos o incluso traicionados en algunas ocasiones al no ser amados de la misma manera. Pero realmente, ¿alguien nos amará con la misma intensidad?

Honestamente, no creo que todos amemos por igual, en vista de que, existen ciertos grupos que demuestran su amor únicamente brindando un beso en la mejilla como muestra sincera de afecto. Sin embargo, se encuentran otros, que no se conforman con brindar un beso, sino que dan un abrazo o un mimo dos veces al día como cuota mínima de cariño.

No obstante, sabemos que una fracción de nosotros es dar y recibir amor sin esperar una respuesta igual por parte del ser que adoramos con todo nuestro corazón, ya que, en ocasiones, recibimos humillaciones y palabras dolorosas que tienen poca dificultad para lograr ser expulsadas pero gran facilidad para ser recibidas.

Pero no deberíamos sentirnos culpables por ello, ni tratar de encontrar cualquier defecto que cause tal desagrado, sino todo lo contrario, debemos pensar que las personas que nos hieren y lastiman con sus palabras o acciones nos hacen un favor. Porque, sujetos que disfrutan ver en el suelo a los demás no son dignos de nuestra compañía. Considerando que, las palabras no se hablan a la ligera y las acciones erróneas no se toman como simples burlas que se pueden olvidar a las dos horas.

Debemos aprender a hablar y actuar para beneficiar y alentar a los demás a crecer. Alegrarnos de sus triunfos y felicitarlos por conseguir todas las metas que se propongan. Ya que, una relación que se basa en competir día con día no es sana para ninguna de las partes. Porque, a la larga, ésa rivalidad, nos termina por consumir en un mar de tinieblas que se creó gracias a nuestras actitudes egoístas y cobardes.

Por lo cual, me nace concluir en que debemos seguir el camino de la paz y la bondad en el que nuestra compañía sea lo suficientemente sana tanto física como espiritualmente para que anime a los demás a evolucionar como personas de buena voluntad.

Atentamente: Lolbe Valdés.